Cuando la vida te altere,
tírale piedras. Hablamos de pedruscos y peñazos. También de las piedrecillas puntiagudas que se te pegan a la suela del zapato y no salen por mucho que des
volteretas.
+Te va eso de complicarte la vida, ¿no?
Da la casualidad de que a mí me gusta mucho dar
volteretas.Mucho mucho.
Pídeme dos deseos, ni uno ni tres.
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