viernes, 2 de marzo de 2012

But, of course.

No tengo historia y aún así soy un millón de hojas de ayer, colillas y alcohol de quemar. No sé a dónde me dirijo y, además, es mi costumbre caminar rápido y sin rumbo.

lunes, 20 de febrero de 2012

You can never say never

Un papel recorría el patio. Era ya de día y el frío calaba los huesos. La sensación de libertad de fumar en la ventana era cuasi proporcional a sus ganas de cambiar de aires. El humo entraba por sus venas, calentaba momentáneamente. Mareaba. Apagó el cigarro a la mitad contra la pared y lo arrojó al vacío. A lo lejos, despertaba la ciudad.

jueves, 26 de enero de 2012

-La mitad del tiempo tenemos que vivir con lo que tenemos.-

Se da cuenta hoy de que es enero ante sus ojos. De 2012, para más señas. Ya no tiene once años, ni siquiera quince.



En más de una y de dos y de diez mil ocasiones dejamos que las cosas sigan su cauce. Nos autoconvencemos de que es la mejor opción y de que lo que tenga que pasar, pasará.
Bueno, pues es hora de despertar, la realidad nos llama. El destino no existe, son lo padres, y eso de que el que la sigue la consigue hace tiempo ya que dejó de ser un mito.



Nos gusta hacer fotos, recordar viejos tiempos y, en el fondo, la melancolía de querer siempre volver atrás. No nos damos cuenta de que, en el fondo, pase lo que pase siempre llega un día más, un año más; y, a veces, crear recuerdos no es tan importante como vivirlos. Pero shhhhh.




Cerró el portátil y se miró al espejo, buscando aquello que debía tener.

sábado, 21 de enero de 2012

26. We are waiting for someone to talk to us first.

(Le gustaba pensar que) Era una chica dura. Se reía de eso que llamaban amor. Salía para matar bastante a menudo. No tenía nada que perder.
Pero un día pasaba algo. Un poco de arena de Biarritz perdida en el bolso negro sin bolsillos, una frase de una película o la constatación de un hecho. Y allí estaba de nuevo, en el principio de los tiempos. La eterna soñadora de ojos color miel escuchando Thunder. Qué ironía.


I got your runaway smile in my piggybank, baby.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Escarcha y miel.


"Sí, el último es a las diez y media", dijo la chica del pelo oscuro. Sonaba Stairway to Heaven y, a lo lejos, las luces navideñas se encargaban de recordarnos que ya no es Octubre. "Uno, por favor"; la misma sonrisa, ahora con las mejillas arreboladas. Narices rojas.


Del uno al diez, ¿cuánto me quieres?