jueves, 3 de noviembre de 2011

De ilusiones vive el tonto de los cojones.

Una de las frases predilectas de mi padre. Pensareis que siendo el padre de una autoproclamada soñadora compulsiva debería ser de otra manera, pero no. Aquí me tenéis, con un millón de pájaros en la cabeza y la maldita frasecita que te atornilla cuando menos te lo esperas (y más lo necesitas, también). ¿A qué aspiras, qué es eso que imaginas conseguir? No estoy cuerdo, ni loco tampoco, quizás reflexiono con demasiada frecuencia. Probablemente. Pensar en exceso nunca es bueno, podría escribir una tesis doctoral al respecto. Además, el mundo no va a dejar de girar por mucho que te empeñes. Jamás. Yo de mayor lo que quiero ser es Tintín, y jugar a resolver misterios.









Ella nunca esperó cinco minutos antes de hacer click en 'Responder'.

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