Brown eyes and lungs are filled up with smoke, fast lives are stuck in the undertow.
lunes, 20 de febrero de 2012
You can never say never
Un papel recorría el patio. Era ya de día y el frío calaba los huesos. La sensación de libertad de fumar en la ventana era cuasi proporcional a sus ganas de cambiar de aires. El humo entraba por sus venas, calentaba momentáneamente. Mareaba. Apagó el cigarro a la mitad contra la pared y lo arrojó al vacío. A lo lejos, despertaba la ciudad.
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